¡Weepa guitarramigo!
En esta lección quiero hablarte de un principio que muchos músicos (no solo guitarristas) utilizan para crear sustituciones de acordes que enriquecen la armonía y la hacen mucho más interesante.
De hecho, si eres músico de oído de muchos años, es muy probable que ya lo hayas utilizado sin darte cuenta, o incluso sin entender lo que estabas haciendo.
Si este es tu caso, prepárate para descubrir el «porqué» de lo que llevabas haciendo hace muchos años.
Y si no lo conoces, igual prepárate para aprender un excelente recurso que hará mucho más interesantes tus acompañamientos, y es muy fácil de aplicar en la guitarra.
¿Listo? ¡Pues vamo’ al mambo!
Entendiendo el principio de la quinta disminuida
En el vídeo a continuación te explico este principio con ejemplos. Sin embargo, ten presente que los acordes demostrados en el vídeo están ilustrados más abajo, por lo que recomiendo que sigas el vídeo mientras miras las imágenes:
El principio de la quinta disminuida es un recurso muy útil para realizar sustituciones de acordes dominantes, siempre y cuando no provoque un choque con la melodía.
Este principio establece que un acorde dominante puede ser sustituido por otro acorde dominante ubicado a un intervalo de quinta disminuida ascendente (o cuarta aumentada descendente, que resultaría en la misma nota fundamental – consulta esta lección sobre los intervalos si aún no tienes duda con los mismos).
Para explicarlo mejor, consideremos la progresión 2 5 1 (o para ser más específico, iim7 V7 Ima7) en Sol mayor, que corresponde a los acordes Am7 D7 Gma7:
Según el principio de la quinta disminuida, el acorde dominante D7 puede ser sustituido por el dominante que está a un intervalo de quinta disminuida ascendente, que corresponde a un Ab7. Quedaría así:
Fíjate que, además de ofrecer una sensación adicional de disonancia y tensión, el Ab7 también crea una línea cromática descendente entre el Am7 y Gma7, conectando ambos acordes de manera más melódica y fluida. Es decir, en vez de tener las notas A – D – G en el bajo, ahora tenemos las notas A – Ab – G descendiendo cromáticamente.
¿Por qué es tan efectiva esta sustitución?
Aunque a simple vista los acordes D7 y Ab7 parecen ser radicalmente distintos, si examinas ambos acordes de cerca te darás cuenta de que ambos tienen 2 notas en común. Las he marcado en rojo a continuación para que puedas identificarlas con facilidad:
El acorde D7 está formado por las notas D, F#, A y C. A su vez el acorde Ab7 está formado por las notas Ab, C, Eb y Gb.
Ambos acordes contienen la nota C. En adición a esto, la nota F# es enarmónica (mismo sonido, nombre diferente) con Gb, por lo que podemos decir que ambos acordes también contienen esta nota.
En el acorde D7, el F# es la tercera del acorde y el C es la séptima menor del mismo. Por otro lado, en el Ab7 el C es la tercera del acorde y el Gb es la séptima menor del mismo.
La función armónica de estas notas se invierte en ambos acordes. La nota que hace la función de la tercera en un acorde se convierte en la séptima del otro, y viceversa.
Ten presente que, en este caso, la tercera y la séptima son las notas que definen el tipo de acorde. La tercera nos indica que la base es un acorde mayor, y la séptima menor añadida a esta base nos indica que es un acorde dominante.
La razón por la cual esta sustitución funciona bien es porque ambos acordes tienen en común las notas más importantes; las que definen al acorde dominante como tal.
De hecho, en una sustitución de acordes basada en el principio de quinta disminuida, ambos acordes tendrán en común la 3ra. y la 7ma, pero en roles invertidos.
¿Y qué de las demás notas?
Tomando como referencia primaria el D7, las demás notas que no son compartidas por el Ab7 quedarían como alteraciones del D7. El Ab7 en el bajo podría ser interpretado como una quinta disminuida (b5) de D7, y el Eb podría ser interpretado como una novena disminuida (b9) del D7.
En el ejemplo anterior utilicé un dominante sin alteraciones para mantener simple la aplicación. Sin embargo, no es extraño ver acordes con extensiones o alterados al aplicar este principio. Por ejemplo, el Ab7 bien podría ser un Ab13 o un Ab7b5, dependiendo del contacto armónico. Lo cual me lleva al último punto…
¡Mucho cuidado al aplicar este principio!
Antes de finalizar, quiero citar mis propias palabras al principio de esta explicación:
El principio de la quinta disminuida es un recurso muy útil para realizar sustituciones de acordes dominantes, siempre y cuando no provoque un choque con la melodía.
No subraye estas palabras por casualidad. Todos mis alumnos saben que siempre soy muy enfático en esto.
Un error muy común que observo en muchos guitarristas que comienzan a explorar por primera vez estos recursos de sustitución de acordes, así como los acordes con extensiones y alteraciones, es que pretenden aplicarlos a todo lo que tocan.
Error. ¡Grave error!
En primer lugar, es importante observar que al aplicar este recurso no provoques un choque con la melodía. Al acompañar, recuerda que tu función primaria es apoyar a la melodía.
Si lo que estás haciendo provoca un choque con la melodía en vez de servir de apoyo a la misma, por favor abstente de hacerlo. Modifica el acorde o simplemente abstente de aplicar este principio. Existen muchos otros recursos que enriquecen la armonía sin crear choques melódicos.
Coda (Conclusión)
Espero que hayas encontrado útil este principio. En lo personal lo aplico mucho cuando estoy acompañando himnos antiguos o himnos al estilo «gospel» y deseo crear un acompañamiento más interesante a nivel armónico, quizás con influencias «jazzísticas» pero a la vez manteniendo un sonido comercial.
Y recuerda, si necesitas profundizar más sobre cómo aplicar este principio, e incluso en cómo utilizar acordes con extensiones y alteraciones de manera musical, en el programa de mi escuela de guitarra online tienes acceso al curso Acordes Épicos, en el cual discuto mucho más a fondo estos temas. Y por supuesto, con acceso a mí y mi comunidad de alumnos para resolver tus dudas más apremiantes.
¡Bendiciones guitarramigo!
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